Yo soy el cruel espantapájaros bandido/
Porque en el viejo hospital de los muñecos/
No atienden espantapájaros/
Y la puta hada protectora nunca se me va a aparecer/
No lo ataque durmiendo, él aceptó/
y se aculilló, y se cayó/
de ahí la pierna en tres partes astillada. En dos./
Con su vieja ciencia/
el viejo cirujano no sabía/
que a los muñecos ahora los hacen con rodillas./
La nariz hecha pedazos sí fue mi culpa/
Yo soy el cruel espantapájaros bandido/
Creo que cruel sí pero bandido no/
y es que nadie, menos los bandidos/
tienen a quién pedir prestado un corazón.